Generalidades sobre los volcanes - Hipertexto


¿Qué es un volcán?

Un volcán es una estructura geológica formada por una fisura de la corteza terrestre por la que emerge magma y gases provenientes del manto terrestre. Su nombre tiene origen en la mitología griega, a partir del dios Vulcano.

¿Cómo es un volcán?

Los volcanes están formados por un tubo (un conductor circular por el que asciende el magma hasta la fisura linear) que termina en una apertura en la superficie denominada chimenea. La estructura que conocemos como volcán es el conjunto de las sucesivas erupciones de lava y material piroclástico, a menudo separadas por largos períodos de inactividad. Generalmente, en la cima de los volcanes se encuentra una depresión de paredes empinadas llamada cráter.

¿Por qué entra en erupción?

Las rocas a una profundidad de 100 km bajo tierra se funden parcialmente. Estos líquidos son menos densos y ascienden por empuje de Arquímedes. Cerca de la superficie, las rocas son menos densas, lo cual genera un freno en el ascenso y va generando un depósito llamado cámara magmática, donde se separan los volátiles que ejercen presión sobre el techo de la cámara y al vencer la resistencia de la presión se produce el ascenso final a través de la chimenea. Este aumento de la presión se debe a la llegada de nuevo magma a la cámara. Todos los componentes volátiles se transforman en burbujas de gas que se dilatan, propulsando luego el líquido hacia la superficie.

¿Existen diferentes tipos de volcanes? ¿Cuáles son?

La imagen típica de un volcán es la de un cono solitario cubierto de nieve, como el Fujiyama de Japón o el Lanín de Argentina. Las formas volcánicas se presentan en una gran variedad de formas y tamaños y cada estructura tiene una historia eruptiva única.

Existen volcanes en escudo, los cuales se producen por la acumulación de lavas basálticas fluidas y adoptan la forma de una estructura abovedada en  forma de domo. La mayoría se encuentran en las islas de la cadena hawaiiana, Islandia y las Galápagos, aunque también se les puede encontrar en los continentes (por ej: en Kenya y en la provincia de Mendoza).

Por otro lado, tenemos los conos de cenizas, construidos con fragmentos de lava proyectada que adoptan justamente el aspecto de cenizas o escorias cuando se solidifican en su expulsión. Tienen una forma característica muy sencilla, condicionada por el ángulo de reposo del material piroclástico suelto, con laderas de entre 30 y 40 grados. Estos exhiben cráteres grandes y profundos en relación con el tamaño total de la estructura. Suelen ser simétricos, aunque pueden tener un lado más alargado y alto por donde descienden los materiales durante las erupciones. Son muy numerosos en Payunia, en su plano norte.

Por último, tenemos los conos compuestos, que son los más pintorescos y los más peligrosos en la Tierra. La mayoría se encuentra en una zona que rodea al océano Pacífico conocida como el anillo de fuego. Su estructura clásica es casi simétrica, compuesta por lava y depósitos piroclásticos, los cuales son fruto de magma rico en gas con una composición andesítica. Estos magmas ricos en sílice generan lavas viscosas y gruesas que recorren distancias cortas y pueden generar erupciones explosivas.

 

Bibliografía
Maidana, G. (2020). Ficha de Cátedra de Ciencias de la Tierra: Actividad Volcánica y Plutónica. Bs. As. 

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